Delirio Militarista dentro de A1

El Congreso:

Todo estaba dispuesto, los tanques empezaron a disparar sobre el edificio. Las piedras volaron por el aire. Y pedazos del edificio también. Por eso mire por un costado, tome un rifle, lo cargué. Llevé tres granadas. Ruidos, miles de ruidos, sirenas. Por todas partes silbidos.
Por eso, estaba subiendo un poco más. Entraron los soldados, chocaron con los del partido. Lucharon, cuerpo a cuerpo. Los soldados desde afuera esperaban pensando que era cuestión de tiempo, podríamos volar el edificio. Aunque eso era suicidad y solo quedaba como última opción. Pegados a las paredes, los pibes mis primeros soldados cargaban y mataban con precisión de francotirador. Todo esto pasaba inevitablemente, según solo quedaba algo menos importante en cada baja. Esperar aguantamos hasta el medio día, las tropas iban a invadir todo el edificio. Tenía que correr, y encontrar un teléfono.
Había que ponerse en contacto con los del partido. Estábamos encerrados como ratas, pero no quedan dudas. Escondidos, manteniendo la guardia. Miré por una esquina, vi que las tropas se acercaban.
El partido se negó a ayudarnos, esta era la primera vez en nuestra “revolución” que estábamos solos. Algo de terror quedó en mi mente, nos iban a matar. Ahí tome mi arma y dejé el teléfono. Me puse justo frente a un soldado pero este se acerco buscando a ver si podía hacer que los chicos frenarán de disparar. Yo le traicioné matándolo, y tome su uniforme. Lo dejé desnudo en un pasillo. Me mezclaré en sus filas, allí iré matando a todos lo que pueda. Entre los pasillos, deje algunos muertos. Miré de re ojo a todo lo demás. Mire tantas veces como puede, mis armas. Mis armas, pocas balas situación difícil.
Sepan, que algunos de los pibes copiaron lo que hice teníamos los uniformes del ejercito. Fuimos tomando el lugar de las tropas, estrechamente. Todo lo que vi en ese momento fue inolvidable. Hasta en ese punto, tuve que pensar que teníamos que ganar. Los soldados estaban confundidos se perdieron.
Tomamos los equipos del ejercito dimos la impresión de que matamos a todos los rebeldes, o sea nosotros. Las voces de nosotros eran muy creíbles. Pedimos helicópteros para llevar a los heridos. El ejercito, mandó los helicópteros.
Matamos a los tripulantes, pero antes había que crear un señuelo. La idea del principio volar el edificio, la confusión hará que todo sea posible. Subimos a las maquinas, tomamos altura avanzamos sobre los tanques, y en esos momentos voló por el aire el Congreso. Todos los soldados no entendían nada. La gente, la televisión… todos creyeron en el señuelo.
Cruzamos todo, éramos los suficientes para ir a la Casa Rosada. Habíamos cargado las ametralladoras, con eso, estábamos dispuestos, dispararemos sobre ellos. No acercamos, muy rápido, nadie supuso nada. Bajamos abrimos fuego, sobre los granaderos, ellos no entendían respondieron muy tarde. Entramos y llegamos hasta la oficina del presidente, nadie creyó esto posible. El presidente no entendía la llegada de tropas. Saludó pensando que éramos los héroes.
Lo amenazamos, lo apuntamos y le exigimos que renunciara. No dude en que podía matarlo.
Cuando se presentí el momento llamé a los medios. El presidente iba a renunciar. En vivo.
Rápidamente la Casa Rosada se desplazó desde el Congreso a la Rosada. Un especie de golpe acontecía pero esto no era un golpe era una revolución auténtica. No pensamos dejar piedra sobre piedra.
Así llego el día del triunfo por más increíble que se vea, la gente no entendía nada. No podíamos esperar la reacción porque era la muerte. Antes de pensar una muerte segura.
Tome el micrófono, empecé a hablar, una idea fue comunicada el poder había pasado, a nosotros.
El partido recibió la noticia, llamé a los dos imbéciles de la otra noche. Los ejecutamos inmediatamente, mande a ejecutar a cincuenta empresarios de inmediato. Pasamos esos capitales a gente del partido. Los representantes del partido de cada gremio tomaron los sindicatos. Era hora de poner fin, a una historia.
Los medios de todo el país vociferaron y los del exterior, dijeron lo impensable. Fui comparado con Hussein, o con Hitler. No importo mucho, ya era cuestión de hechos. Conté los acontecimientos. Llevé a cabo el recuento de mis héroes. Lleve los cuerpos a sus familias, dimos indemnizaciones y formalidades de esa especie. Establecí, las nuevas leyes.
Nueva constitución. Nuevas normas, ni el transito deje igual. La rigidez aumento notablemente.
La idea de estado de bienestar la cual hice jurar. Pronto la gente entendió nuestro plan, empezaron a trabajar se tomaron las idea de las hormigas. Nadie va progresar sin el estado o en contra del estado. La Nación por encima de todo, de la forma más violentan y quizás más ridícula posible.

Unidos hasta en la medula, movíamos a la sociedad como una maquina simple. Habría que terminar con muchas cosas, y algo más había que aumentar la natalidad. Necesitamos mucha gente el esfuerzo va quemar mucha de estas personas. Así que a la larga para el progreso hay que aprender a valorar a los individuos como estorbos de los grandes planes. La gente es como el ajedrez, el valor de la pieza es su posición.
Nosotros desde arriba proyectábamos a una potencia, no hay civiles lo suficiente organizados para poder resistir el aparato burocrático. Después de todo algo de barbarie asegura la civilización. Siempre y cuando la barbarie sea hecha con jerarquía.
La standardización, uno de nuestros planes maestros se implementaría. No van poder superar eso. Es uno de los proyectos más ambiciosos que una sociedad pueda tener lograr la total adhesión del individuo de forma inconsciente. No son autómatas, solo que no van a imaginar un mundo sin nosotros. Son dependientes solo eso. Por su dependencia por su miedo, el mundo anda sobre rieles. Y estos rieles solo van hacia un solo camino, la reorganización de todo.
Diseñamos sistemas de confianza reciproca, la gente que esta en contra del estado pierde a su familia la cual, no lo persigue pero ya no confía en el individuo que se aleja de ellos. También logramos la incapacidad de coordinación de los elementos afines a la posición del gobierno. Cada tanto sale un loco con un arma anunciando el Apocalipsis o quien sabe qué. En esos momentos lo matamos, confeccionamos la noticia, y todo resuelto.
De hecho mis planes incluyen la desaparición de la pobreza, los pobres son inútiles en mi nuevo sistema, tengo que favorecer la equiparación de la gran masa y decantar elementos conflictivos.
Ese es uno de los grandes esfuerzos del ministerio de educación, en esas cosas trabajamos muy seriamente porque los niños de hoy son los futuros hijos del régimen son lo que nosotros queremos que la sociedad actual no puede aportar.
Tuvimos algunas discusiones a nivel internacional sobre derechos humanos pero aprendimos a negociar por detrás a ver la mierda en la ONU, en todas partes.
No es tan difícil siquiera comprar la “moral” de la humanidad.
Reconstruimos el Congreso, por lo que uno de mayores dimensiones y mejor. Lo importante después de todo es que el pasado se recuerde como lo que fue una época de estrechez innecesaria, de falta de vocación imperial.
El pensamiento Imperial es tarea de nuestros intelectuales pagos, nuestros profesionales de las ciencias sociales, ellos deben justificar nuestra voluntad y volverla cosa científica. Lo importante es que con el tiempo no se pueda advertir que estamos en todas partes, cuando hayamos conquistado casi todo cuando la reforma sea total, será el fin de la persecución hasta la standardización será suspendida.
En ese punto el estado de derecho será nuestro gobierno, así todos los hombres hablarán de nuestra constitución como hablaban de la anterior. Será la época de las estatuas y de los billetes.
Es el pensamiento de un artista cruel, en una sociedad que no valía la pena.

Demorarse era innecesario, solo porque algún débil algún maricón quiere pluralidad. Eso era cosa del pasado, porque se entiende que a la larga solo hay conflicto que los dominantes arrastran a los otros. Estos juzgan de inmorales a los poderosos, pero no teniendo opción pactan por tranquilidad con lo establecido. Nosotros le sacamos el velo al mundo moderno, la gente quiera vacaciones pagas en buenos lugares, no saber que demonios de ética estamos implementando. La gente puede dormir a la noche pensando en un país desastroso como el que teníamos, que les va importar el costo de un país del primer mundo algunas personas. Ya no las escondemos, no hay terror para las masas. Solo había que domesticarlas, no hay que ser demagogos, hay que se pedagogos que es totalmente opuesto. La masa no entiende solo tiene que comportarse en ese punto. Solo en es punto quizás con mucho tiempo los individuos puedan entender como funciona la sociedad. Pero la mayoría son apolíticos, o en peor caso semi políticos los cuales no representan ninguna idea.
Igual todo esto, me muestra como un no demócrata como une enemigo de la libertad. Pero es correcto, que también se tenga en cuenta que la misma gente es la que sabe conspirar para el fin de la democracia. La frustración de la igualdad para algunos, y no es mentira fatua de resentimiento social. Esos son los que en medio de democracias, buscan que las masas sean violentas. Incluso que se ataquen sobre sí mismas. Que solo florezcan algunas opiniones, porque antepongamos el hecho de que la democracia como tal se construye de perspectivas, no de objetividad.

Por eso siempre reí en mi país, reí de los presidentes que eran los héroes, esos que te decían Argentina va a cambiar. La gente cree en la ilusión del cambio dirigido, cuando el cambio es natural. Este es un texto con ambición: política, filosófica, dramática y gourmet. Todas sin embrago truncadas. Porque cuando se quiere dejar la narrativa al pensamiento hay cortes fundamentales. Que más, una espera un buscar por más allá de todos los lugares.
Por eso esta símil dictadura cambia todo, es la forma en que la gente parece pensar muchas veces, creen que no pueden hacerlo. Quieren no hacerlo, eso es usar la moral para pensar el gobierno. Cuando se piense en gobierno se debería pensar de forma inmoral, se debería evaluar tres veces más, los costos y los beneficios. Porque ambos hoy, ni en la realpolitik, están tomados en cuenta. Los civiles y las asociaciones civiles, no hacen su función. Esa fue mi delusión no llegue a sentirme ciudadano. Cuanto demás se ha dicho, yo no hago política, yo juego con ella. Los más menesterosos políticos, llevan en si mimos el tatuaje del fracaso. Cuando se lo piensa de que se compra la felicidad por un lado, y el destino del país por el otro no queda duda. No es que entienda nada, es que después de doscientos años de iluminados de intelectuales. Los ideólogos, han dejado sus puestos, los grandes cerebros no pelean. Pactan con la comodidad, se teme la perdida de la razón. Se llega al intelectual conservador, de tientes liberales. El intelectual no comprometido con absolutamente nada. Es un cerebro montado sobre principios académicos, nada más.
Por eso, cuando las cosas, se dan en su punto más alto. Aparecemos nosotros los enemigos de la gente. Banderas negras, miles de ellas. Es acaso de que solo cuando temen su supervivencia la gente despierta. Nosotros tememos, por el fin de nuestra vida. Todos tememos algo de eso señal de salud.
La dictadura que pensamos sin velos, fue uno de los conformismos que se dieron ahora los burgueses. Nada más. Cuando teníamos todo para solo con el objetivo de que la maquina de hacer dinero siguiera funcionando. Yo no lo creía pero así fue el control obvio puede dar resultados impresionantes.

El orden general, la vida se transformó. La disciplina llegó se volvió a un plano más antiguo, volvieron a aceptar el sistema así de forma terrible. La gente común del llano, acepto el orden. En realidad, vimos que muchos se acostumbraron a estar conformes, por el simple hecho de que la seguridad te da una sensación artificial la cual compensa todas las limitantes. Los inconformistas, solo puede unirse a nosotros o desaparecer. La gente, ya reprendía a sus hijos. La gente se identificaba con el estado.
Porque no se podía excluir a nadie del estado, nosotros el poder teníamos que inventar grandes cosas. Estas solo tienen por fin, dejar un escape a la ambición general de la sociedad que siempre esta en busca de la transformación.

Los artistas los seres más peligrosos de transformación social, ellos lo que tenían prohibido era ser evidentes. Había que enemistar al artista y al público, de forma que el entretenimiento abarcaba más que el arte. El arte se volvía difícil, se volvía casi místico. Cuando todo quedé en cero, miran los hombres de valor de mi país. Los más inteligentes se fueron y otros son clandestinos. Pero porque sabíamos de esto, lo sabemos desde siempre nosotros mismos nos daremos un fin llegado al tiempo.

Estos años, al frente de todo. Buscar el pleno empelo como los socialistas, construir. No es que esta mal, es lo que se necesitaba. Que se logrará la cohesión la idea de sacrificio de época temprana, eso es lo que intentamos. Lo hacíamos no tenemos nada, nada que perder. Pensé como si no hubiera un futuro.
Policía en todas, todas partes. Miles de efectivos. Cuando los policías se organizaron como habíamos pensado, el control fue efectivo. Los criminales, son quebrados. Dividimos el poder, yo estuve a cargo de los asuntos de control. Afloje a la gente, a esa gente difícil. Una silla, una tortura pero antes una humillación total. Si dudas solo en un caso, se te rebelan. Pero como dije todo era obvio. No era que los delincuentes no sabían. Se daban cuenta que no se podían escapar, esa es la clave.
Los tipos entendían que la muerte no los iba a liberar. Pasaban a manos del estado cuando no podían hacer nada con su vida, ahí temían. Y ese temor fue la clave, no importa cuan drogado se encontraba alguien. Una vez que aplicábamos, la standardización no haría nada más.
Me organice, el poder. Todo fue un hecho, un hecho simple. Temido como pocos. Nada pasaba sin que no lo supiéramos. No contratábamos de forma individual, había que dar movimiento para que fuera soportable, es más dejábamos que insultaran al gobierno cuánto quisieran. Eso es en el fondo no es oposición es solo catarsis. Miles de catarsis en hogares argentinos. Ellas eran parte de los movimientos sociales.

El consejo, por fin se formo con cinco hombres. Yo el cuarto en importancia, todos compartíamos la idea. La idea justamente es el plan de gobierno que había entre el consejo y los que nos financiaban. Estábamos dispuestos a matarlos de una vez y liberarnos de los enemigos de la empresa. La casa rosada vio el consejo. Yo era el más duro para el público porque me encargaba de manejar la policía.
El más popular definitivamente era el hombre que se encargaba de la economía. Una serie de medidas positivas generales, prestamos para poder comprar casas. Subvenciones del estado para que los jóvenes pudieran acceder a la universidad. Estas medidas hacían que el gobierno tuviera los puntos de opinión de bien definidos. Las cosas estaban muy separadas entre sí, porque actuábamos con independencia.
El plan del consejo en definitiva es la de establecer un parlamento para el futuro del país.
No tengo otros motivos, en otras intenciones no creo… en mí no radica la solución, pero entiendo que el cambio será definitivo para el país. Los países que son en el fondo eternos rivales miran desde fuera con envidia y con temor. Porque incluso algunos opinólogos, algunos intelectuales excéntricos del exterior nos elogian. Cuando se ve esto, la comunidad internacional se muestra inquisidora. Soy transgresor de los derechos humanos y lo supongo pero pese a todo tengo la objeción reflexiva.
¿Hay derecho Inhumano?, yo reconozco que mi gestión esta en el fin de un derecho y en el principio de uno nuevo. Pero no alteramos la historia, ya no es necesario mentir, se nos teme por lo brutalmente honestos. Por lo desesperado de la guerra al sistema que imponemos.
Como jefe de la policía no hay propiedad que no pueda entrar y eso no me tienta a hacer cosas alocadas de ninguna naturaleza. No es que estamos ciegos de poder, somos y soy tan escueto… tan económico de poder que por eso se me teme más que a lo anterior. Un código inflexible, que nunca cambió desde el primer día. No hay excepciones ni justificaciones es como ser Licurgo. Entramos a donde este; el detenido y que miré con pánico con idea de temor impersonal. Saben que si me ven con un grupo de azules, no hay nada bueno que esperar. No hay justificaciones no hay arreglos de ningún tipo.

Al no poder ver la huida porque sabemos todo de ellos, pese a que no los persigamos, sabemos todo. Solo los detenidos saben y caen a cuenta de que el estado ha sabido todo de ellos. El resto solo piensa en su vida civil sin preocupaciones. Porque el estado no es gran hermano no se interesa en las nimiedades de ningún tipo. Mi cara tiene el desprecio contra los que he luchado desde el primer día. Por eso las cárceles las pensé de esa forma enfatizando el desprecio. Los que entran se sienten humillados. Con dolor, se crean resentimiento. Yo busco domesticar al no poder mejorar a muchos de los que tengo que recoger en mis operativos.
Nada conmueve, este sistema.

Pasaron así los años, de forma estricta en un régimen de terror moderado. La gente se sentía en deuda con el estado. Logramos que el opositor se viera como el enemigo. No hay amigos fuera del estado. Por supuesto hice el palacio de la policía, quise mostrar que era una fuerza. Para hacerlo de forma definitiva lo hice en un austero edificio de diseño estoico de cemento. El consejo se volvería a reunir para definir el diseño de cada uno de los futuros edificios para que de una vez se incorporaran a nuestro plan.
El poder siempre da algo de esas satisfacciones de sentir la voluntad más ancha que el Río de la Plata.

Supimos identificar, como poder llevarnos con nuestros vecinos y pronto nuestra sombra crecía por todas partes. Cuando se ve morir, la voluntad de unos pocos soñadores se da la aurora de algo extraordinario la violencia se usa como metáfora. De esta época de gran disciplina y restricción se llegará a una definitivamente contraría pero del auge que se espera. Una idea imperial, una idea gigante.
Por eso mientras algunos piensan en los riegos, en la angustia y el pensamiento débil. Otros que se basaban en corporaciones domesticaban a homo sapiens para hacerlo consumidor. Mi pelea, o lucha como Hitler ¿no? Por más macabro que parezca y pueda ser. Es la de un hombre fuerte, rebelde hasta las últimas consecuencias. Hoy el rico, no es nadie, nosotros tenemos el poder. Y ellos solo pueden gastar, las penas para el mal uso de la riqueza son de las peores imaginables.

Estos hombres que luchan y que no saben que están cambiando este el proceso que desquiciadamente estábamos llevando a cabo. Quiero que el consumidor se tome como escoria, como ridículo. Para todo, si esto no es posible por lo menos después de este tiempo prudencial en el cual todo va ceder. Queden personas que aunque sea por la fuerza entiendan el valor de lo que estoy diciendo. Es que la desigualdad existe siempre, pero no en la disolución del hombre.
“El peor de los gobiernos con hombres, y no el mejor de los mundos sin ellos”. Sacar del sueño a todos, no entender la vida como un desvanecimiento como una pantomima, porque en cuanto a esto no vale la pena vivir.
Cuando llegará el día en que se dé la opción, de que hasta los anarquistas sean los héroes de este mundo. Porque después de todo el anarquista, con su violencia que busca abrir la sociedad y dejarla en plena perdida de sangre hay más sensatez, que en el consumo que ha ido debilitándolo todo.