La inseguridad de los famosos

Inequidad social, pobreza, desintegración de valores sociales, falta de educación. Por lo visto, los que piden leyes más fuertes y pena de muerte, se olvidan de políticas sociales que hagan de esta sociedad una sociedad más justa. Se proclaman como la voz del pueblo, y piden a gritos leyes más fuertes. ¿Qué son leyes más fuertes? No nos olvidemos que una sociedad como la nuestra también pidió leyes más fuertes y luego sobrevino el Proceso de Reorganización Nacional, la dictadura, el terror, el miedo.
“Somos la voz del pueblo”, “El que mata tiene que morir”, siempre se ha necesitado de una excusa para llevar a cabo políticas fascistas. Las políticas más fuertes, o las que denominan como tales, son la mano dura, el miedo, la represión, dicho de una manera más vaga, más light. Estas políticas hemos visto que han llevado a los pueblos a masacres, a guerras civiles. Estaría bueno que esta clase burguesa, en vez de salir a pedir más seguridad (¿Matar a los ladrones?), como lo hizo alguna vez Juan Carlos Blumberg, salgan a pedir que esta sea una sociedad íntegra, con equidad, con maestros que tengan sueldos que no den vergüenza, que salgan a la calle a pedir que chicos que mueren de hambre tengan su comida cada día y una educación.
No nos llenemos de palabras diciendo que no se puede salir a la calle, porque hay que ver a que calle sale esa gente. La inseguridad no se cura con represión y miedo, se recupera con educación y equidad.
Esto no parece un pedido de seguridad, más bien parece una lucha de ricos contra pobres. Famosos adinerados quieren cuidar sus pertenencias señalando a la clase baja como la culpable de sus penurias. Creo realmente que pidiendo lo que piden, que realmente es correcto un reclamo, es preciso pensar de que manera se va a reclamar, y lo que se va a reclamar. De la manera en que lo hacen se está farandulizando este tema tan delicado. Y esta inequidad, esta falta de oportunidades y educación de la sociedad está entrando en un sitio de frivolidad como los programas de chimentos, donde ya no importa la situación real sino el rating.