La cara bonita del nacionalismo ruso

es la blogger más influyente de moscú. tiene 24 años y ama a vladimir putin.

Admiradora declarada del hombre fuerte del país, Maria Sergeyeva lidera el movimiento juvenil oficialista que hostiga a los opositores y considera a los inmigrantes como “ladrones del trabajo de los rusos”.

Es una patriota ferviente, defiende los valores tradicionales de su país, genera entusiasmo público tanto por su apariencia física como por sus palabras y ve a Rusia desde la ventana de su casa, pero no es Sarah Palin, la gobernadora de Alaska y ex candidata republicana a la vicepresidencia de EE.UU. Con apenas 24 años, Maria Sergeyeva ya fue fichada por el partido oficialista Rusia Unida para ocupar en el futuro cercano un cargo junto a su héroe, el ex agente de la KGB Vladimir Putin. Después de expresar públicamente su admiración por el premier y proclamar su desprecio por Occidente, la joven líder de los Jóvenes Guardianes –agrupación juvenil radical dedicada a combatir todo intento de oposición a la “revolución rusa” de Putin– es a los ojos del Kremlin “una potente combinación”. Según reconocen extraoficialmente en el círculo íntimo de Putin, Masha enloquece a los jóvenes con sus discursos apasionados, su aspecto físico y su estilo atrevido, “pero también llega a través de sus blogs a lugares a los que la política ordinaria no logra ni siquiera acercarse”.

Los Jóvenes Guardianes son primos ideológicos de los Nashi, un polémico movimiento juvenil fundado por el gobierno para movilizar a los nuevos votantes en las elecciones presidenciales de marzo de 2008, en las que se impuso el delfín de Putin, Dimitri Medvédev. Ambas organizaciones se inspiran en las agrupaciones de la era soviética para impulsar el patriotismo en apoyo a la elite gobernante de Moscú. A pesar de tener menos seguidores que los Nashi, los Jóvenes Guardianes ganaron mayor influencia mediante el uso de internet. En las últimas semanas llegaron a los titulares de la prensa europea por su rol en “la crisis inmigratoria” desatada en Rusia con motivo de la crisis económica, ayudando a la policía a identificar a los inmigrantes ilegales para proceder a su expulsión. En un momento en que los ataques racistas en su país alcanzaron niveles sin precedentes, la nueva niña mimada del Kremlin declaró en uno de sus discursos que “los inmigrantes deberían ocupar los puestos que los rusos no queremos o deberían volver a sus casas”. Sergeyeva niega recibir un sueldo del Kremlin, pero ya es una figura de peso en la sociedad rusa: escribe en los diarios, encabeza actos políticos y evangeliza en favor de Putin y Medvédev mediante internet. Sus palabras incendiarias sobre los inmigrantes recibieron 140 mil visitas y provocaron el colapso de su blog. Masha es fanática declarada de las bikinis rosas, pero se niega a usar marcas occidentales de ropa. Exhorta a los conductores de su país a no comprar autos extranjeros: ella ya anunció que comprará un Volga, el auto de fabricación nacional que se convirtió en un ícono del progreso ruso durante la Guerra Fría. Aunque está convencida de que “Estados Unidos es nuestro único competidor real”, la joven reconoce “adorar a Thatcher. Creo que tenemos muchas similitudes. No me gusta cómo suena mi voz cuando doy discursos y leí una vez que ella hizo corregir sus cuerdas vocales. Es un buen ejemplo para mí”.