Mea culpa de Washington por la violencia en México

Nueva era en EE.UU. / Visita de la Secretaría de Estado al país vecino

No frena el tráfico de armas y el consumo de drogas, admitió Hillary

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CIUDAD DE MEXICO.- Mientras la frontera de Estados Unidos se hace permeable a la violencia y muerte de los carteles de la droga mexicanos, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, admitió ayer en México la responsabilidad que tiene su país frente a esa amenaza a su seguridad por la fuerte demanda estadounidense de drogas y el contrabando de armas hacia territorio mexicano.
Tras su llegada a México para una visita de dos días, la jefa de la diplomacia norteamericana dijo que la "insaciable" demanda de drogas en su país y la incapacidad de detener el tráfico de armas hacia México están detrás de la creciente violencia en la frontera común.
"Nuestra insaciable demanda de drogas ilegales alimenta el tráfico", dijo Clinton antes de reunirse con el presidente mexicano, Felipe Calderón, con el que abordó el tema de la seguridad fronteriza y los detalles de la visita que realizará el mandatario norteamericano, Barack Obama, a mediados del mes próximo.
"Claramente, lo que hemos estado haciendo no funciona. Nuestra incapacidad para prevenir que las armas sean ilegalmente traficadas a través de la frontera para armar a estos criminales causa las muertes de policías, soldados y civiles. Estoy convencida de que tenemos una corresponsabilidad´´ en la lucha que México libra contra las organizaciones de narcotraficantes, agregó Clinton.
Las declaraciones de la secretaria de Estado, que culmina hoy su visita a México, representan la más enfática admisión de la administración norteamericana de que Estados Unidos comparte la responsabilidad sobre la espiral de violencia que sacude a los centros urbanos a ambos lados de la frontera.
"No son sólo armas, son lentes de visión nocturna, son chalecos antibalas. Desde que sabemos que la mayor parte, un 90% de este armamento, viene de nuestro país, vamos a intentar detenerlo", dijo Clinton.
La llegada de la secretaria de Estado ocurre un día después de que el gobierno de Obama anunciara un ambicioso plan de refuerzos de su frontera con México para contener la expansión de la violencia de los carteles a su territorio. Blindaje en la frontera
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, ordenó anteayer el envío de más de 320 agentes federales de aduana y de seguridad a las zonas más calientes de los 3000 kilómetros de frontera que Estados Unidos comparte con México. Además, Napolitano triplicó el número de agentes de inteligencia en el lado sudoeste de la frontera y anunció que se inspeccionarán todos los cargamentos ferroviarios con destino a México con equipos "no intrusivos" de alta tecnología.
En tanto, el Departamento de Justicia norteamericano colaborará con la creación del Grupo de Inteligencia para el Sudoeste (SWIG, por sus siglas en inglés), un centro de información sobre todas las actividades de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) que involucran al país vecino.
Las masacres, atentados y ejecuciones perpetrados por los carteles de la droga mexicanos en sus disputas territoriales y por porciones del mercado causaron más de 6400 muertos, pese al despliegue de más de 36.000 efectivos de las fuerzas de seguridad mexicanas.
La semana pasada, México asestó dos golpes a los carteles con la detención de Vicente Zambada, uno de los líderes del cartel de Sinaloa, y de Sigifredo Nájera, sicario del cartel del Golfo y acusado de atentar en octubre pasado contra el consulado norteamericano en Monterrey.
Otra estrategia del gobierno mexicano para combatir al narcotráfico fue el lanzamiento, el lunes pasado, de un programa de recompensas de hasta dos millones de dólares por información anónima que conduzca a la captura de 24 capos de seis organizaciones.
En otro orden, Clinton y Calderón también intentarán acercar posiciones sobre los nuevos gravámenes mexicanos a mercadería procedentes de Estados Unidos. La semana pasada, México elevó los aranceles de 89 productos industriales y agrícolas norteamericanos a entre 10% y 45%, por un equivalente a 2400 millones de dólares, en represalia a la prohibición que Washington impuso al tránsito de camiones mexicanos por su territorio.
"En la disputa de transporte, estamos trabajando para tratar de resolverla. Estamos haciendo progresos. Creemos que habrá una audiencia receptiva en el Congreso (de Estados Unidos)", dijo Clinton.
Agencias AP, DPA, ANSA y EFE